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    “Imágenes audiovisuales del patrimonio”: Crónica de la sesión 1

    El encuentro “IMÁGENES AUDIOVISUALES DEL PATRIMONIO”, celebrado los días 28, 29 y 30 de agosto, ha sido una actividad académica organizada por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en su Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén), con la colaboración de la empresa Patrimonio Inteligente y de nuestro Grupo de Investigación HUM-1026 «IMAGEN Y MEMORIA: miradas transversales entre la Historia y los Medios Audiovisuales”. El doctor Óscar Lapeña Marchena (Universidad de Cádiz), investigador responsable del Grupo y coordinador del encuentro, presentó el mismo planteando su variedad de contenidos a lo largo de 8 sesiones sobre el estudio, el impacto, la gestión o la difusión del patrimonio a través del audiovisual. Acto seguido, tomó la palabra la doctora Gloria Camarero Gómez (Universidad Carlos III de Madrid), que protagonizó la primera sesión hablando de la ciudad que acogía el encuentro: “BAEZA: DE CIUDAD PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD A PLATÓ DE RODAJE” (28 de agosto, 09:00 – 11:30). Tras explicar su línea de investigación, presentó a la ciudad de Baeza como plató de cine en multitud de ocasiones, en su gran mayoría películas de ficción histórica que recrean personajes y hechos que, curiosamente, nunca han tenido nada que ver con la propia ciudad.

    Camarero diferenció dos grandes momentos en la cronología del cine histórico español. Por una parte, los años de la autarquía, en los que se prefieren ambientaciones en los siglos XV-XVII, en torno a la figura de los Reyes Católicos o narrando la resistencia española a la invasión napoleónica. En este sentido, se realizaron superproducciones de contenido propagandístico en consonancia con la historiografía franquista, normalmente rodando en decorados, como ocurre en Locura de amor (Juan de Orduña, 1948), sin buscar verosimilitud, sino grandiosidad. El segundo momento de esplendor del cine histórico español son las grandes producciones del nuevo milenio, que abandonan los decorados en estudio para buscar veracidad en localizaciones reales, tanto en espacios naturales como en edificios históricos y ciudades, tal como ocurre por ejemplo en Juana la Loca (Vicente Aranda, 2001).

    Gloria Camarero mostraba a continuación el primer ejemplo de película ambientada en Baeza, Aprendiendo a morir (Pedro Lazaga, 1962) una especie de biopic (sin contenido de recreación histórica) sobre los inicios en el toreo de Manuel Benítez, el Cordobés. En esta película costumbrista Baeza aparece como tal, no sustituye a ninguna otra ciudad, y son visibles localizaciones como la carretera de Jaén, la plaza del Pópulo o la cuesta de San Gil.

    La ciudad también sirve como escenario para algunas series de televisión, como Curro Jiménez (1976-1978), producción de evocación histórica que recrea el siglo XIX y se inspira en un bandolero real, Andrés López. En Entierro en la serranía (capítulo 13 de la 2ª temporada, 1977) diversos edificios baezanos simulan ser otros emplazamientos, como el Palacio de Jabalquinto haciendo de una especie de sede de gobernación o el antiguo seminario San Felipe Neri como cárcel municipal. La calle más veces presente en las películas rodadas en Baeza, Canónigo Melgares también aparece en esta producción española, dando muestra de la importancia a nivel patrimonial de Baeza. En el capítulo 6 de la serie Teresa de Jesús (1984) la ciudad aparece como escenario, recreando la localidad también giennense de Beas de Segura en el momento de la fundación de un convento en 1575 por Teresa de Ávila. Para ello, solo aparece una localización que aúna dos calles: Canónigo Melgares, un decorado real, pero con el añadido en decorado de un arco de lado a lado, y la actual plaza del Deán Martínez Rojas, en la cual se levantó la fachada de entrada al convento.

    Sin embargo, recalcaba Camarero que el gran peso de Baeza como plató será a partir del año 2000 con las superproducciones que recrean hechos históricos de siglo XVII, y la película por antonomasia rodada en la ciudad sería Alatriste (Agustín Díaz Yanes, 2006). La cinta, que narra las historias del personaje creado por Arturo Pérez Reverte entre 1622 y 1643, es una de las mejores películas del cine histórico español, según Camarero. Muchos de los escenarios de acción según el guion corresponden a la ciudad de Madrid del Siglo de Oro, que podían haber sido reconstruidos en estudio, pero el equipo buscaba ciudades reales que se pudieran parecer a esta Madrid del XVII. Así, se eligieron localizaciones en Úbeda o Baeza, aprovechando edificios reales o construyendo escenarios en emplazamientos naturales: en Úbeda, por ejemplo, localizaciones en torno a la plaza Vázquez de Molina, y en Baeza otras como la calle Beato Juan de Ávila, con un mercado típico del siglo XVII, y la iglesia de Santa Cruz al fondo.

    Dos años después se estrenaba La conjura de El Escorial (Antonio del Real, 2008), que no obtuvo el mismo éxito que Alatriste. Muchas de sus escenas se rodaron en Talamanca del Jarama (Madrid), pero Baeza también sustituye al Madrid del siglo XVI, como la famosa Plaza de la Paja, cuyos exteriores son rodados en la plaza de Santa María de Baeza. Con otros ejemplos, como la comedia franco-española Rosa y negro (Rose et noir, Gérard Jugnot, 2009), ambientada en la Sevilla de 1577, o la TV-movie española Lope enamorado (Rodolfo Montero, 2018), la doctora Camarero cerraba su intervención mostrando la versatilidad del patrimonio renacentista de Baeza para la recreación histórica audiovisual.

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